“tú no tienes una vida hecha”
es una frase que me detonó bastante y me mantuvo mucho tiempo pensando en la vida, el cambio y en la muerte.
y es que es verdad: no tengo una vida hecha. pero estoy dispuesta a vivirla y hacerla cada día, mientras dure. porque sé que en la vida hay dos certezas: el cambio y la muerte.
ante estas dos verdades, me pregunto: ¿te resistes o le entras con todo?
he elegido lo segundo porque resistirme solo me alejaba de ser mi versión más auténtica y valiente, y también de la magia de instantes que hoy valoro profundamente.
en cambio, me comprometí conmigo misma a usar estas dos verdades a mi favor: si sé que la muerte llegará en algún momento, elijo escribir una vida que disfruto cada día; y si el cambio es la única constante, entonces dejaré que cada cambio me acompañe y me transforme.
sé que lo que digo puede sonar un tanto fantasioso. porque sí, la vida trae momentos difíciles, frustraciones y muchas cosas que cansan, duelen y desgastan. pero justamente por eso, apuesto por lo que es un sí. porque la vida ya tiene suficientes enredos como para ponérnosla aún más difícil nosotras mismas, ¿no crees?
así que, acompañada de mi psicóloga y de mis sesiones de facilitación energética, he probado algunas cosas para honrar este compromiso conmigo misma. hoy te comparto las que más he disfrutado:
cada día una aventura
las aventuras son mis momentos de despertar mi creatividad, darle espacio a mi curiosidad y probar cosas distintas, esas que llevan mucho tiempo rondando en mi cabeza y no me animaba a hacer por juicio interno. no siempre tiene que verse como algo grande o fuera de tu ciudad, a veces también puede verse como un cambio en tu rutina, atreverte a probar un sabor de helado diferente o parar en un parque y respirar antes de entrar a trabajar. es hacer algo que te cause cosquillas y te haga sonreír solo de pensarlo.
nutrir y crecer mis dones y talentos
haz más de eso que disfrutas hacer, permite que cada vez ocupen más espacio en tus días. cuando haces eso que te encanta aunque haya días de bajón creas una sensación de satisfacción y bienestar porque te estas viendo y estás dedicando tiempo de calidad contigo misma. al hacer lo que disfrutas hacer, sin culpa, también te vuelves más eficiente en darle la vuelta a las cosas que no te encantan, o no resuenan contigo; te colocas en tu poder personal.
compartir con personas que me inspiran
la vida se vive más ligera cuando estás rodeada de personas que te reciben tal como eres y además te muestran vías de pensamiento diferentes desde la amabilidad, la compasión, el cariño y el ejemplo. rodéate de personas que admires y te inspiren. es verdad cuando dicen que también eres un poquito de las personas con las que más compartes. elige quien quieres ser.
incomodarme (de verdad)
sí, salir de lo cómodo. hacerte preguntas que confrontan, tener conversaciones difíciles, dejar de esperar a estar lista para empezar algo que te ilusiona. incomodarte también puede ser atreverte a mostrarte tal como eres, a reconocer lo que te gusta de ti aunque otros lo juzguen, a soltar la idea de que tienes que ser perfecta o tener todo resuelto para merecer lo que deseas. puede ser duro a veces, sí. pero te hace crecer, soltar máscaras, y acercarte a la vida que realmente quieres habitar.






haciendo estas cosas, me he dado cuenta de que estar presente no es suficiente.
por eso también elijo la presencia: embody myself, encarnarme, ser la energía que se requiere en cada momento. no desde el juicio, sino desde mi saber, desde esa vocecita que habla suave, amable y bajito, y que dice: “es por aquí, confía”.
porque cada pequeña acción que hagas para ti —aunque el mundo afuera parezca desmoronarse— es una forma de mostrarte cariño, de recordarte que tú te ves, tú estás contigo. no tienes que tener una vida hecha desde el punto de vista de alguien más, sino crear una vida que se sienta bien para ti cada día. una vida de la que no quieras salir corriendo, una vida que no tengas prisa de que se acabe.
así que respírala. baila a tu ritmo, disfrútate en el camino, cambia de rumbo cuantas veces necesites.
haz y deshaz tu vida hasta que se sienta tuya y sepas que tú eres hogar y desde ahí compártete, no te guardes tu magia. recuerda que si la vida cambia tú puedes elegir cómo moverte en ella.
y ahora, te dejo con esta pregunta:
¿qué piensas hacer con tu única, salvaje y preciosa vida?
(Mary Oliver, the summer day, 1990)
gratitud
hoy quiero agradecer profundamente a la persona que me dijo la frase: “no tienes una vida hecha” porque desde entonces, mi realidad ha cambiado muchísimo. gracias a esas palabras, me permití mirar lo que antes no veía y a acercarme a mi vida con más apertura y libertad. soy otra. recibo y aprecio los regalos de ese encuentro, y me permito seguir moviéndome a mi ritmo, desde mi naturalidad. te siento, te abrazo y te dejo ir con ternura y devoción.
tot passa.
y a ti, que me lees, también quiero darte las gracias. deseo que nuestras vidas sean testimonio de que siempre se pone mejor, que no olvidemos que cada latido es un regalo, un compromiso de vivir… y sí, también, de morir bonito.
nos leemos pronto.
con cariño,
Leah ♡
Gracias por compartir, gracias por mostrarnos lo liberador que es aprender a mirarnos. Te admiro. Abrazos
siempre soy tu fan número uno