pienso en la frase“déjate llevar” que me recuerda la que está muy presente en estos tiempos: “déjate fluir” y considero que aunque el uso de ambas frases puede referirse a un permitirse confiar, a mí, me parece que carecen de presencia.
en la carta anterior te contaba que me he dado cuenta que no basta con estar presente en mi vida, sino que también hace falta presencia. pues bien, me gustaría explicarte a lo que me refiero.
y es que, aunque ambas palabras son energías que podrían entenderse como similares, considero que tienen una diferencia sutil, pero significativa.
estar presente
implica atención consciente al momento actual. es mantenerte en el aquí y ahora. de esto ya se habla mucho y de hecho se ha convertido en un lema y una manera de vivir para muchas personas (me incluyo). se llega a estar presente cuando te permites experimentar la atención plena. estar aquí y ahora en este espacio.
estar en presencia
va un pasito más allá. más que una manera de vivir y presentarse ante la vida, es una elección de ser en cada cosa que haces y reconocer que formas parte del todo en el que estás presente. la presencia te permite reconocerte y estar en tu verdad, te abre espacio a escuchar tu saber. el estar en presencia no solo se trata de poner atención en algo sino de embody your trueself , habitarte desde tu verdad, en coherencia y desde ahí experimentar tu entorno.
entonces, como puedes ver no es que una sea mejor que otra, sino que se complementan. a lo que voy es que puede ser que dejarte llevar o dejarte fluir impliquen estar presentes, sin embargo creo que no hay presencia; falta ir un poquito más allá y dentro del permitirte llevar o fluir es reconocer que tienes elección, que tú sabes llevarte. porque sí, dejarte llevar y fluir es permitirte llegar a donde la vida te lleve, pero quizá sin dirección alineada a lo que a ti te gustaría crear, experimentar o ser.
me viene una frase que leí de la psicóloga Luisa González: “lo real no es que todo fluya y ya. lo real es que, cuando algo no nos guste podamos también darle espacio” a veces dejarnos llevar o fluir solo nos hace conformarnos y volvernos el resultado o el efecto de lo que sucede en nuestro entorno, pero ¿y si esto no me esta gustando? ¿y si quiero algo más? ¿y si sé que hay algo mejor? pues entonces tomo dirección y me llevo desde mi saber.
al llevarme desde mi saber aunque está implicado el confiar, también está la acción alineada que puede crear el cambio que estoy pidiendo.
quiero compartirte lo siguiente: la mente es una cosa y el saber eres tú. la mente te da razones, te habla desde lo que ha vivido y te advierte de peligros según su experiencia, pero alguna vez escuché a Dain Heer (co-creador de access consciousness) decir que o eliges tener la razón o eliges tener libertad. la mente te va a dar todas las razones por las cuales no elegir eso que tanto quieres, simplemente, porque nunca lo has intentado, o las veces que lo has intentado algo te ha lastimado. lo importante aquí sería enseñarle a tu mente algo nuevo, algo diferente, no desde la pelea sino desde el mostrarle nuevos caminos, desde tu libertad de elección. al final a la mente le gusta aprender ¿no?
pelearte con la razón es quitarte elección, la elección no requiere una justificación, elegimos lo que elegimos porque podemos hacerlo, más allá de todas las historias que nos contemos al rededor de esa elección. podemos elegir desde la razón o desde nuestro saber; la libertad.
según la real academia española saber se refiere a un conocimiento profundo. y ¿no es tu intuición un conocimiento profundo? pues sí, mira la definición según este mismo diccionario.
intuición: percepción íntima e instantánea de una idea o una verdad que aparece como evidente a quien la tiene.
tu saber es esa voz bajita suave y amable, la que te dice; es por aquí, o maybe por aquí no te gustaría pasar. no da razones solo información. es ese “no sé como sé, pero lo sé” no te da respuesta a un porqué, no hay definición del cómo. pero el para qué, es: para que te experimentes con mayor facilidad en esta vida.
la razón, por su parte, es un argumento o demostración que se aduce en apoyo de algo. tener la razón es formar juicios de una determinada situación o cosa. y seamos honestas ¿cuando definimos algo le damos espacio para verse diferente? yo, por mi experiencia puedo decir que no. los juicios generan la definición de lo que podría ser y te impide crear algo diferente a lo que ya has definido que puede ser posible. podemos usar la mente y la razón a nuestro favor, pero quizá no nos lleve a un lugar distinto del que estamos y nos haga entrar en un loop mental de donde sea complicado salir.
saberte llevar
retomando la frase: “lo real no es que todo fluya y ya. lo real es que, cuando algo no nos guste podamos también darle espacio” considero que la podemos llevar a lo real contigo misma, lo real con los vínculos que vas creando cada día y a lo real de lo que vas creando de tu vivir. es reconocer que no todo tiene que quedarse igual siempre y que en eso hay magia. en el movimiento suceden los milagros. es verdad que la vida tiene muchas cosas para darte que no están en tu control, pero sí puedes elegir llevarte desde tu saber, ya no solo dejarte fluir o dejarte llevar.
Luisa González también expresaba que a veces el fluir es evadir la incomodidad y en este espacio sabemos que la incomodidad nos permite crear más allá de lo que estamos acostumbrados. el saber es incómodo, mientras que la razón te lleva a lo ya conocido, no te permite crear algo diferente.
considero que más que dejarnos llevar o fluir, sería interesante sabernos llevar. usar el saber para llevarnos a esos espacios que van a crear más en nuestra vida, desde el cuál poder expandir y sobrecrear nuestra vida. saberte llevar es elegir desde la presencia de lo que requieres aunque resulte incómodo, sin evadirte y confiando en que todo está funcionando a tu favor, incluso tú.
en un ejemplo super básico. hace un par de semanas estaba buscando un libro para mi lectura mensual, pero no sabía cual de todos anotados en mi lista de “libros por leer” elegir, le di varias vueltas, pero nada me expandía. hasta que un día una mujer a quien admiro mucho como escritora y como persona publicó una lista de libros que había leído, conecté con uno en seguida y dije: ¡ese es! yo no sabía de que trataba, ni porqué mi saber me estaba llevando a ese libro. y aunque lo dudé y pensé solo meterlo en mi lista, le hice caso a mi saber antes que a la razón y compré ese libro. hoy estoy agradecida de haber seguido mi saber porque me he llevado a espacios de mí que no había reconocido y que he experimentado en mi pasado. la escritora de este libro tiene muchas coincidencias con mi experiencia de vida y al recibirlas desde su perspectiva descubrí -entonces- que siempre me he llevado a los lugares adecuados para mi crecimiento y para mi preparación a ser la mujer que hoy soy y la que estoy eligiendo ser. me recordó que sí es posible para mí eso que tanto había soñado. y es verdad que seguir mi saber no me llevó a un lugar de imagen sino a uno donde pude estar presente y en presencia en mi vida, en las diferentes líneas del tiempo en las que he caminado.
así que te invito a dejar de pelearte entre la razón y tu intuición. si te lo permites, ambos te pueden llevar a lugares increíbles, a la mente la entrenas para que funcione a tu favor y tu saber simplemente es. sin juicio.
¿cómo puedes saberte llevar?
apréndete. la herramienta que yo te comparto para hacerlo es la escritura.
acompáñate. pídele contribución a tu cuerpo. puedes hacer alguna actividad física que te haga feliz y a la vez te rete. permítete encontrar el movimiento que requieres para atravesar la resistencia que te impide estar en incomodidad generativa.
y sí, es verdad que hay días en que mi mente me grita lo que debería hacer. pero mi cuerpo me susurra otra cosa. me toma tiempo distinguir esas voces. a veces aún dudo. pero he aprendido que mi saber no necesita convencerme: simplemente es. cuando elijo desde ahí, incluso si no tengo garantías, hay algo dentro de mí que descansa. como si por fin me estuviera sosteniendo a mí misma.
por eso considero que no se trata de dejarse llevar por lo que venga, sino de saberte llevar hacia lo que se siente verdadero. no necesitas entenderlo todo para confiar en ti, en lo que sabes que es. solo necesitas escucharte más allá del ruido.
leí esta frase y me encanta para cerrar esta carta:
clarity comes from movement, not overthinking.
the moment you trust yourself, the path reveals itself.
(Rumi)
inner movement
te dejo aquí un par de preguntas para conectar con tu saber:
¿qué sé, que sé, aunque no lo pueda explicar?
¿qué sé yo de esto que no me he permitido reconocer?
gratitud
una vez más, gracias por acompañarme hasta este punto. gracias por ser parte de este espacio. recuerda que las cosas bonitas se comparten. si consideras que estas cartas pueden ser de contribución para alguien más, no dudes en compartir. yo estaré feliz de daros la bienvenida a mi Querencia.
sinceramente,
Leah ♡
maravilloso, nos ayudas a entender la vida misma.
gracias por compartir.